sábado, 12 de mayo de 2012

Reivindicación

He tardado mucho en volver, por ajustes de mantenimiento en el sistema de navegación, y rectificado de motor.

Tenía que poner en orden muchas cosas.
Los derroteros no son precisamente de mar calma, habia que reorganizar algo,  adaptarse al nuevo tripulante que hace unos días cumplío seis meses.
Nadie dijo que los cambios fueran fáciles o rápidos.

Les comparto algo que posteé hoy en un foro de crianza al que cada vez, también, entro menos.  Como a todos los foros.
 Estoy evolucionado a ermitaño doméstico por elección y necesidad
Sin embargo, éste escrito es la contracara a un post antiguo que pedía a gritos sanar, un poco en justicia a mi parto, un poco en justicia a las madres que puedan leerlo.


No suelo reflotar posts tan viejos. 
Sin embargo éste, necesitaba una reconciliación terapéutica un poco por mí, un poco por las que lo puedan leer. 
Generó un poco de controversia perfectamente natural, y agradezco de corazón el apoyo de todas ustedes en ésos tiempos. 

Mi bebé cumplió seis meses hace pocos días. 
He reflexionado acerca de muchas cosas en mi vida últimamente, muchas de mis "cartas de navegacion" se han modificado y me pareció algo injusto no volver por aquí con una visión un poco más global, más objetiva, a reivindicar éste parto. 

Pasé mal, es cierto. 
Sin embargo,viví mi embarazo segura, activa, llegué a parir informada, con cinco o seis centímetros de dilatacion, esperé hasta romper aguas en casa. 
Tuve las opciones e hice uso de ellas, fui respetada, me asistió un equipo humano estupendo. A los 7 u 8 cm tuve mi epidural, y tal vez éso haya desencadenado el "despues"... ya no lo sabré. 

La Naturaleza me jugó una mala pasada al final. 
Tras de tres horas con el bebé casi en tercer plano y rotado, oí las terribles "Hay que ayudarlo un poco" . Sabía lo que significaban. Pedí intentarlo con un pujo más. No funcionó. Me desmoroné, lloré de miedo por mi bebé. 
Aunque luego con un solo pujo, (en ése momento sacas fuerzas del medio del miedo y de donde no las tienes, y piensas "saldrá aunque me tenga que rajar y romper en dos" ) mi segundo príncipe nació. 

Yo llevaba ya mi cadera descentrada y la ciática, algunas várices y mis hemorroides y el expulsivo prolongado, los pujos, los fórceps, y la mega-episio empeoraron todo. 
Realmente, no había manera de evitarlo, no había manera de volver atrás o plantearse una cesárea a ésas alturas...simplemente pasó, nadie tuvo la culpa y había que resolverlo!! Los imprevistos existen. 

A lo que voy. 

En ése momento, la adrenalina es tanta que ni recordé que mi esposo no había podido entrar, ni estar. 

En el momento del pujo en el que arqueas el cuerpo, te concentras en evitar el grito ronco y transformarlo en fuerza para que tu niño pueda nacer, y tus ojos se fijan con fuerza en algún sitio muy dentro de tí, el miedo y las consideraciones a todo lo exterior y ambiental, desaparecen. 

Luego tu cuerpo siente la sensación de succión, de cierto vacío, de que tu hijo sale de tí, de que despega. 
De que abre sus alas. 
Algo en tí lo siente así. 

Es cierto tambien, que luego la anemia, (sangré, la placenta tardó en salir) el dolor, la incontinencia, las hormonas, me hicieron caer en un estado algo depresivo. 
La autocompasión es uno de nuestros deportes más arraigados. 

Costó, sí. Bastante. 
Me costó casi un mes desaparecer el dolor constante. 
Dois semanas en salir de la cama y poder caminar con cierta soltura. 
Casi dos meses portear a mi bebé. 
Tres meses no ser incontinente. 
Cinco, sentirme los suficientemente elegante como para desnudarme. 
Seis meses, atreverme a tener relaciones sexuales "completas". Aún con algunas molestias. 

Una férrea disciplina militar de ejercicios de Kegel. Recien hoy me pongo unas bolas chinas. 

Sin embargo. 

Hoy en día, miro atrás y no cambiaría por NADA ése momento. 
Ésos segundos, el minuto de ése último pujo, de ésa fuerza ancestral en la que sientes en todo tu ser que existes, para ése instante. 
Y ves a tu hijo que acaba de salir victorioso de su primera y durísima lucha y con su cuerpo te busca para que le des consuelo. 
Toda la fuerza de la piel tibia que se pega a la tuya con ése olor a vida, y busca instintivamente su alimento. 

Con la cesárea te lo pierdes. Y mirad que sí que me llevé una paliza, yo. 
Más allá de las consideraciones biológicas de la cesárea y de riesgos que también son ciertas e indiscutibles, como indiscutible su indicación en los casos necesarios... 

El minuto del "despegue" es una experiencia que realmente te hace crecer. 
Se te queda grabada a fuego. 
No digo que no se pueda vivir y ser feliz sin éso, por supuesto que no. 

Pero señoras, existe un minuto, ÉSE minuto en la vida, en el que te sientes la persona más fuerte del universo. 



4 comentarios:

  1. Gracias Jose por la felicitacion y por pasarte por aquí.
    Verás que éste es un sitio un tanto anárquico en contenido, como toda casa con niños pequeños.
    Cuidate mucho, tómate las cosas con calma y gracias de nuevo por todo el trabajo que haces por la comunidad de opositores MIR.

    ResponderEliminar
  2. Tal como eres, tal cual relatas y describes tus vivencias: pura pasión. Y me gusta leerte porque eres natural, no fuerzas nada.
    No entiendo que haces todavía por los foros o quizás si, porque todo tiene su momento.
    Me gusta ver tu evolución, poco que ver con la que conocí hace un tiempo. Y me gusta ver como creces... en sabiduría.
    Felicidades al pequeño príncipe ¡seis meses! y al mayor, por tener esta mami guerrera, chamana... y MIR (espero y deseo).
    Del parto/cesárea, no comments. Ya sabes lo que pienso. Y ojalá hubiera podido estar contigo.
    Abrazos amorosos.

    ResponderEliminar
  3. Gracias Amama, por estar, siempre. Por tu cariño y tu apoyo.
    Éste mensaje fue algo así como una "despedida", ya no tengo tiempo para foros y la verdad ya pocas ganas pero no quería dejar éso abierto así, como una queja.
    Si un hijo te enseña y te hace crecer , dos ni te cuento jajajaja!!
    Todo cambia alrededor, y como dijo Darwin sólo sobrevive el que sabe adaptarse.
    Un beso enorme

    ResponderEliminar

Al estilo Cara-Libro: ¿Qué estás pensando en éste momento?